martes, 28 de agosto de 2012

ENTRE LOCURAS, PESADILLAS Y AMNESIAS...

Me han vuelto las pesadillas...porque?  Lo sé pero, no lo quiero solucionar.  Son angustiantes a tal manera que me tienen que despertar pues, lloro, grito y que oso, hasta golpeo gente.  Jajaja dirán que es mero pretexto para poder desquitarme, pero no es así.  Lo bueno del asunto es que, mi pesadilla más recurrente no ha vuelto de mi pasado y eso lo agradezco, en parte; porque ya la conocía y era más fácil de asimilar.  Para que me voy por las ramas, esas pesadillas son por ti, porque estás aquí, ni más ni menos.  Total que no he podido descansar como es debido.  Eso de vivir siendo bipolar, es de temer, si tengo pesadillas no duermo ni descanso bien, si no descanso y no duermo bien se me altera mi psique y ando en borderline, de un lado a otro de mis extremos.  Lo preocupante del caso es, la memoria.  Ha empezado a fallarme.  Existen episodios de desequilibrio que he llegado a borrar completamente, momentos que desaparecen totalmente de mi plano mental, luego me los platican y yo como con cara de What, respondo, "ah, si, si, claro pero, no era esa mi intención, en realidad, yo quise decir, pero no te creas es broma", o  x, cualquier estupidez que no denote mi falta de recuerdos, o los vivo como fuera de mi misma, se que los estoy llevando a cabo y los veo como en una película, sin poder detenerlos o reaccionar de otra manera porque mi sentimiento en ese momento es de mero espectador.  No lo entiendo soy un caos mental y no he logrado tomar el valor necesario para diagnosticarlo.  Por Dios, si he asistido a no se cuantos psicólogos, he tomado no se que tantas terapias, me han medicado, me han hipnotizado, yoga, meditación, etc. etc. no sé porque el ir con el psiquiatra, me supone una lucha interna tan tremenda.  He tenido mil de cosas que hacer y aquí estoy, frente al monitor sin ganas de hacerlas, con una depresión disfrazada, de esas que me conozco bien. Me duele la cabeza de tanto pensar lo inútil que resulta dar vueltas en el mismo lugar y no llegar a ninguna parte. Me enoja que mis días se pasen entre nada y ninguna cosa. Luego está la tonta rutina todo en el tiempo y espacio en el que tienen que estar sin lugar a modificaciones... bueno, esa mejor así que se quede, he agradecido mi rutina y mi cotidianidad desde que, un mal incidente de inseguridad nos hizo amar ese día común de vivir, sin nada singular.  Pero en vano me quemo las pocas neuronas vivas navegando entre un mar de dudas que es mi cerebro.   El caso es que, soy todo un caso.  Y todavía me sorprende la vida de vez en cuando.  Aún no sé porque no han venido por mi a llevarme con camisa de fuerza al salón acolchado.

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