miércoles, 4 de julio de 2012


Ella le preguntó: -¿Me quieres?
-¿Cuanto me quieres?
El le responde, abrazando fuerte y firmemente su cuerpo,
-Tanto así que no puedo dejarte ir, tan fuerte como este abrazo.

Ella, se inclina le besa su frente y sonríe con amargura.
El a su vez le pregunta: -¿Me quieres?
Ella le responde: -Por supuesto que si.
-¿Cuánto me quieres?
Ella le respondió:  -Tanto así... 
Abrió lo más que pudo sus brazos y lo dejó partir.



3 comentarios:

  1. ¿El pato? pero si ahí anda no lo puedo quitar a pesar que ya lo hice según, hoy lo maté chorromil veces.


    Deje la leo.

    ResponderEliminar
  2. Muy cierto, el dejar ser es sinónimo de querencias.


    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. No hay forma más sencilla de amar que dejar en libertad.

    ResponderEliminar

una noche de las mil...